17.11.06

Hola, qué tal. Soy un jueves de mierda.

Ayer al despertarme me llevé un susto de muerte: ahí estaba el señor jueves, sonriendo cínicamente y alargándome su mano en ademán de saludo amistoso, buenos días vilipendia, soy un jueves de mierda; encantado. Vete a la mierda, le dije yo.

Y tenía razón el muy hijoputa, que se le podrá acusar de muchas cosas pero desde luego mentiroso no es una de ellas. Así que me pasé todo el día regulera, que menos mal que una es una hormiguita como dios manda y su capacidad de interpretar roles no conoce límites, o casi. En realidad esta característica mía no me aporta más que beneficios, y no lo digo solo por la capacidad de desempeñar mi trabajo con total normalidad aunque dentro de mí esté teniendo lugar una pelea de perros rabiosos, sino porque con el transcurso de las horas, de tanto mantener la sonrisa ésta se acaba sintiendo cómoda en mi cara, y a media tarde ya no era necesario esforzarme. Además este hecho suele normalmente ir acompañado de la aceptación de nuevos acontecimientos; aceptación del señor jueves de mierda, en definitiva. Que al final tampoco era tan cabrón el pobre, creo que lo prejuzgué un pelín, que yo soy experta en esos menesteres. Al fin y al cabo, por lo menos había sido sincero y había avisado nada más llegar ¿no?

Para rematar la remontada a última hora fui a la peluquería, que me han dejado divina de la muerte, moderna no más again, con el subidón que proporciona siempre una charla intrascendentísima con una peluquera; y al llegar a casa hice una llamada y solté un par de grititos, cuya capacidad terapéutica es de sobras conocida.


Y esta tarde me voy a Zaragoza, maños, a ver a mi queridísima señorita I. (pero me acordaré de usted, sr. mm, se lo prometo...).

8 comentarios:

nadadora dijo...

Bastante habrá tenido él con ser un jueves de mierda en vez de uno magnificente, un poco de benevolencia.
Y eso, lo que no arregle una peluquería es que no tiene arreglo.

vilipendia dijo...

nada, pues eso mismito acabé pensando yo. ¿Será, una vez más, nuestra sangre gaditana?

Anónimo dijo...

Contento me tienen...Este finde se va a acordar de mí mucha gente...Y yo me acordaré de sus santas mamis...

Anónimo dijo...

jajajaja , me he reido mucho con tu post, encantada de conocerte.
La verdad para mi tambien fué un jueves un poco raro.
Besos.

Anónimo dijo...

Lo bueno del Jueves de Mierda es que detrás viene el Viernes de Goce, ¿eso lo hace mas ameno no? Yo la mierda prefiero otorgársela al domingo noche, que es momento de depresión póstuma.

Así que antes de eso, disfruta tu viaje a Zaragoza!!!

Antonio Latorre Jimenez dijo...

En un dia tan señalado como este jueves te recomiendo que leas" El hombre que fue Jueves", una alegoría sobre el mal y el libre albedrío, de un tal Gilbert Keith Chesterton .
Saluditos....

Milagritos Takamori dijo...

Qué educado tu jueves. A mí el sábado de mierda y el domingo de mierda se me presentaron como "uuu, somos el finde, mira cómo molamos". Y al final eran unos capullos.
Y me cortó el pelo mi compañera de piso y me ha dejado hecha un cromo.
Perdona la pataleta, un saludo, disfruta de Zaragoza.

vilipendia dijo...

sr. mm, jo, lo siento... no me puedo duplicar...

naranjacool, encantada también. :)

trapecista, sí, afortunadamente suele ser así. Cuando se unen un jueves y un viernes mierdosos... tiembla. (Disfrutado está, je).

sr. chisme, pues gracias por su recomendación literaria. La tomaré en cuenta y ya le diré.

srta. romana, pues qué capullos su sábado y su domingo. Ésos son los peores, los que van de majos y luego te la dan con queso. Es que la educación es muy importante. :)
(Y las pataletas siempre son bien recibidas aquí).