20.10.06

La teoría del caos

Yo soy la reina del desorden organizado. Si alguien que no soy yo abre mi armario, o entra en mi habitación, o abre un cajón de mi lavabo, lo más probable es que sufra un infartillo ante el aparente caos reinante; sobre todo si la persona en cuestión es mi madre. Pero yo sé dónde está todo. En medio de un revoltillo de ropa, casi toda negra para más inri, puedo encontrar sin dificultad alguna la camiseta que pretendo ponerme. Por supuesto, toda regla tiene su excepción, y cuando ésta se presenta ya puedo poner la casa patas arriba que mi objetivo no aparecerá aunque grite y patalee. Y es que los objetos pueden llegar a ser muy crueles, amigos.
En casa solo reciclamos las cosas grandes. Botellines de cerveza, cocacolas de dos litros, garrafas de agua, tetrabrics, periódicos... El resto, lo pequeñito, se tira al contáiner general. Sí, la falta de espacio influye, claro. Y el hecho de tener dos pequeñas alimañas en casa dispuestas a introducirse enteros en el cubo con tal de chuperretear los escasos restos que pueden quedar atrapados entre los canalillos de un envase de petitsuís, también (¿por qué coño no los harán lisos? Aunque, bueno, la verdad es que el ruidito que hace al rasparlo con la cuchara mola). Pero la razón principal es que sé perfectamente que esta práctica acabaría con la poquita salud mental que me queda. Sé, porque me conozco, que si empezáramos a reciclarlo todo no podría confiar en nadie, y me pasaría el día revolviendo en la basura para comprobar que todo estuviera donde le corresponde.
Una vez dicho esto, os contaré que el sistema que seguimos en casa para el reciclaje se basa en el almacenamiento masivo. Este método consiste en ir dejando todo, todo, todo, en el suelo, junto a la pared de la derecha, hasta que la cantidad de envases es tal que hay que dar un rodeo para alcanzar el microondas. Entonces y solo entonces se va a los contáiners de colorines de la esquina que hay de camino al metro. El reto consiste en hacer un solo viaje.
Ayer, ante la mirada atónita de mi primo el Rasta, conseguí hacer caber una cantidad ingente de envases de todo tipo en el carrito de la compra; de manera que con éste, dos bolsas de basura y un manojo de garrafas, se solucionó el problema. Y todo a base de doblar, chafar y rellenar huecos. Para que luego digan por ahí.

9 comentarios:

nadadora dijo...

Como procastinadora practicante (desidiosa de toda la vida), no me cuesta nada acumular separadamente, lo difícil es agarrar al vuelo ese momento de: "lo bajo todo ahora mismo". Mientras escribo pienso en las botellas de agua que me contemplan cuando entro en la cocina y en la bolsa llena de periódicos que me espera paciente apoyada junto a la puerta.

Anónimo dijo...

Sobre el tema del reciclaje, en fin...ejem ejem...

Oye guapita, decirte que ya puedo darte un veredicto claro sobre El columpio asesino...me encantan!!! joder, me costó bastante amoldar mi pequeña orejita a esos sonidos casi venidos del infierno, pero ahora son la droga mia de cada dia.
Con Your man is dead tengo una relación de enganche que riéte tu de cualquier droga farmacéutica.
En fins, nunca te estaré suficientemente agradecida por esa recomendación un buen dia de no sé que mes.

Besotes mil

Antonio Latorre Jimenez dijo...

Atención querida Vilipendiosa, de tu actual situación a padecer el Síndrome de Diógenes tienes por delante solo un paso, procura no darlo.

Harapos dijo...

Si ya lo digo yo siempre: El tetris hizo maravillas con nuestra generación. (Lo digo por meterlo todo en el carrito como si fuera el bolso de Mary Poppins)

vilipendia dijo...

nada, si ya sabía yo que tú eras de mi calaña...

sunny, qué bien, no sabes lo que me alegro. Disfrutémosles, pues.

sr. chisme, en eso ando, en intentar no dar ese paso...

harapos, fíjate que a mí siempre se me dio fatal el tetris. Con el reciclaje es más fácil, no tienes un tiempo límite para hacer caber las botellas de cocacola en el carro.

Anónimo dijo...

En otras cosas puede , pero a desorden no me gana nadie; soy el campeón de los montones.
Offtopic total; ke el sábado fui a ver a El columpio asesino, y la verdad es ke me encantaron; en directo suenan pero ke muy bien.

vilipendia dijo...

sr. mm, habrá que hacer una competi, de nuevo. El día que nos veamos las caras esto va a ser un no parar...
Y qué bien también por usted, oiga, parece que todos se han puesto de acuerdo este finde. Ahora, eso sí, un detallito: son todos heteros... ;p

Anónimo dijo...

Pos uno de los guitarras tiene setecientos cincuenta polvos bien echaos. Como lo haga to como tocar la guitarra...Ke espasmos..Ke caras...

vilipendia dijo...

¿Síííí? ¿Cuál, el de las patillas o el otro? Como sea el otro, definitivísimamente vemos a los hombres con ojos muy diferentes. Para mí, el único que está bueno es el cantante/batería...