15.5.06

Y la primavera llegó con la duda de la mano.

El otro día fui a pedir hora a la peluquería. Con la llegada de la primavera (la de verdad, la del calorcito, que no la del calendario) me voy desprendiendo poco a poco de todo un cúmulo de dejadeces que acaban por convertirme en un auténtico fistro: vellos repartidos por distintas zonas de mi cuerpo, raíces capilares, greñas sin lustre ninguno, poros obstruidos y pieles muertas... Menos mal que el invierno no dura más tiempo. Bueno, pues eso, que ya es primavera en Qué alegría ser mediocre.

Y aquí viene la duda, que no tiene más finalidad que la de ser expresada retóricamente, en vocativo, sin pretender ni por un segundo llegar a vislumbrar siquiera la solución a semejante enigma: ¿Por qué en las peluquerías cuelgan fotos de chicos y chicas con distintos peinados? ¿Es que la palabra "peluquería" en sí misma no resulta suficientemente esclarecedora? Son para mostrar el trabajo. Pero si en la mayoría de los casos son pósters comprados en los que lo que menos importa es cómo lleve el pelo ese ser... Para dar ideas. Pero ¿alguien ha ido alguna vez a uno de esos sitios y ha dicho "quiero que me peines como a la muchacha del escaparate"?

Misterios. Mientras quede alguno por resolver habrá esperanza.

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