... como dijo aquél.
Me cae como el culo la cajera del supermercado que lleva un año en su puesto y aún no sabe dónde están los códigos de barras de los productos, lo que ralentiza el proceso enormemente; la dependienta de la tienda a la que le pregunto si la camiseta que lleva el maniquí es una talla más y me dice que es la misma para no tener que sacármela; la vecina del segundo quinta que me pregunta por qué ladraban mis perros la otra noche (NO eran mis perros); mi jefe, que me trata con tal condescendencia que a veces dan ganas de soltarle un moco y quedarme con él...
Igual pensáis: "vaya, parece que vilipendia tiene hoy un mal día..." Todo lo contrario. Estoy encantada. He vuelto.
(Tranquilos, a vosotros os quiero. A todos.)
29.5.06
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