21.2.06
Esto a veces es así y a veces...
Con el paso de los años, debido a los distintos trabajos cara al público que he tenido, he ido desarrollando una enorme capacidad de aguantar a la gente. "Eso está bien", direis vosotros. Hombre, a la hora de trabajar no está mal, te ayuda a soportar gentuza a lo largo del día sin la incomodidad de tener que subir a una azotea y liarte a tiros con todo el que se ponga por delante. Pero, ¿hasta qué punto me beneficia esto como persona? Por un lado, en mi tiempo libre (yo entiendo como tiempo libre todo aquel durante el cual no realizo una acción remunerada, sea dentro del horario laboral o no. O sea, que cuando estoy en babia también cuenta) cada vez soy más cínica. Es una acidez interior que no se pasa con almax ni sales de frutas; es que ya no me tomo en serio ni al más pintao... Pero por otro lado me cuesta mucho ser falsa. Lo cual me ha obligado a adoptar una postura radical que todavía no estoy segura de si es positiva o no para mí: en mi tiempo no-libre, cada vez tengo menos criterio a la hora de juzgar a la gente. En mi esfuerzo diario por sobrevivir entre idiotitas allá donde vaya, si se me permite utilizar el término acuñado por mi querida filibustera, he conseguido que todo el mundo me caiga bien. ¿Os lo podeis imaginar? Así que a veces, en el sofá de casa, me descubro a mí misma planteándome si alguien realmente me gusta, o si sólo se trata de una sensación auto-condicionada para poder ir tirando. Y pensar que hace unos años, por principios, cualquier persona me caía mal hasta que me demostrara lo contrario... Quién me ha visto y quién me ve.
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23 comentarios:
Uhm, trabajar con/entre gente idiotita es lo que tiene. Yo estoy en lo mismo, pero con una diferencia, mi nivel de tolerancia a los rasgos de imbecilidad que hacen sonar mi radar ha bajado, mucho. Así que este es el panorama: por una parte, puedo soportar una cantidad casi infinita de memeces, por la otra, un rasgo de imbecilidad de los definitivos en mi lista y... ¡zas!
Una pregunta:¿aquí también hay premio o tengo que asumir que lo hago por amor al arte? (o lo que sea)
Lo peor de la historia es que los idiotitas no sólo lo son en el ambiente laboral, llevan su idiotez a cuestas a todas partes, cual caracolillos... Lo mío ha sido terapia de choque, tantos años viendo, textualmente, a centenares de ellos al día, me ha hecho prácticamente inmune, por lo menos por fuera... Cualquier día me sale una úlcera.
Respecto al premio, déjame pensarlo. Hace apenas un mes que abrí esta blog, no me ha dado tiempo a plantearme estas cosas. Todavía flipo de que alguien la lea. Además, un día soleado no hace verano. Tendrás que demostrar que lo mereces. (Voy aprendiendo...)
ajajajajjajajajaj, vale, intentaré demostrarlo. (Aprendes rápido...)
Yo creo que sufres una especie de síndrome de Estocolmo idiotita. Es peligroso. Yo lo contraje a los trece años y he necesitado de diecisiete más para estar del todo curada. Creo que con la inestimable ayuda de Aldous y mía, podrás salir de ésta. Ya sabes que yo sufro de la dolencia contraria, así que puedo ser un contrapeso decisivo en tu vuelta al equilibrio (que es tan hijaputa como siempre has sido).
La frase final se me ha ido de las manos: recalco "tu vuelta al equilibrio (que es SER tan hijaputa como siempre has sido)."¿Ha quedado claro?
Sí, sí, clarísimo... Ay, qué mal cuerpo me has dejao... Pues así estamos, mari fili, de hecho ya contaba con tu apoyo. Pero no quisiera una transformación radical (parece que esté en la peluquería). Como en el mundo feliz de aldous, cuanto menos consciente sea de la mentira que me rodea, casi que mejor. Lo ideal sería alcanzar un término medio... A ver.
Nada de liquiditos azules... digoooo... términos medios. La vida es muy corta como para tener que estar todo el día aguantando a mamarrachos.
Jajajajaja... me ha encantado lo de la transformación radical en la pelu. Sí, ya sé que tú sólo te cortas las puntas. Pero, qué quieres que te diga... yo discrepo de tu teoría del Epsilon. Como Alfa que soy (sí, soy Alfa... qué pasa?!!) me parece un muermazo.
Fili: si total, alfa o epsilon, al final lo mismo da... Pero bueno, es que tú no eres alfa, eres alfa-más...
r: ¿tienes alguna solución?
Yo opto por ejercer el autismo selectivo con ráfagas de mirada láser según criterio, pero vamos, que mi opinión en estos momentos es tan lúcida como la de un obispo. Dentro de un mes será otra cosa.
nadadora, pues para no estar lúcida haces uso de una gramática y un léxico que ya lo quisieran para sí muchos profesionales del ramo.
Ay, qué cosas dices. Ya sabía yo que tantas horas leyendo el diccionario en un rincón servirían para algo.
Ser alfa-más es una condena que llevo con mucha dignidad. Toma frase.
Lo tuyo es una capacidad de aguantar a los demás. Hay gente que lo tiene innato y te suelta un "ahora mismo, corazón", un "dime, cariño"... Señora, ¿nos hemos conocido en una vida anterior, o algo?
NO SOPORTO (no sé cómo se me olvidó ponerlo en aquel post) a la gente que me llama cariño, cielo e incluso guapa sin conocerme de nada. Aunque son peores aún los que te tocan. Ecs.
nadadora y filibustera: jajjajajaja, pero qué graciosas son ustedes dos, en serio.
No soporto que me toquen. Ni que me digan 'cielo'. Pero es que no soporto bastantes cosas, asi en general, de la gente. Estoy entre el hurañismo y la misantropia. Pero me rio.
Ah, pues a mí me pasa todo lo contrario. Me encanta que me digan guapa, cielo o cariño. Es como una frase mágica. Yo creo que, de pequeña, me robaron unos gitanos y me hipnotizaron, de forma que ahora, cada vez que escucho esas palabras referidas a mi persona, entro en estado de trance y soy capaz de amar al prójimo durante un periodo de tiempo corto que supongo que fue establecido por el patriarca gitano que iba contando con un reloj de bolsillo de los antiguos. Lo de que me toquen, en cambio, ... va a ser que no.
A mi me pasa lo mismo. Me dicen una palabra de esas (en teoría horrenda, y que no acepto de gente conocida) y sufro un hormigueo en la nuca que me desactiva por unos momentos.
Y de tocarme, alguna vez lo he contado luego así: "estábamos en clase/tomando café/en la fotocopiadora y vino X y me tocó" (como la que está contando que ha visto el Apocalipsis). Con eso está todo dicho.
Dios, Nadadora, ¿dónde estabas en el verano de 1982? Porque yo tengo un recuerdo borroso de los gitanos separándome de mi bolso de naranjito.
Mira Vili.. que te he hecho un poco de caso.
Mira Fili, que también rondas por ahí.
Voy a avisar a Locusta, que igual le hace ilusión.
Mi nombre que ya no es nombre.
Por mi curro tengo ka aguantar a millones de personas diferentes y trato de no pensar si me caen bien o mal. Eso sí, en mi vida personal y privada soy un talifán de las relaciones y no me trago ni un pokito a alguien ke no aguanto.
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