Yo tenía un perro. Ahora tengo dos. Pero el primero ya no está; estos son semi-nuevos, todavía están poquito usados.Mi primer perro era D. Era imponente. Con sus
Pero lo del Gañán no tenía nombre. Si, por ejemplo, yo discutía con él y él alzaba la voz, le mordía. Si yo discutía con él y yo alzaba la voz, le mordía. Y si yo discutía con mi madre en casa de mi tía la calva (no tengo ninguna tía calva, mi apellido me lo prohíbe) sin que el Gañán estuviera presente, se ponía a dar vueltas como un loco con un chorrillo de baba rabiosa colgándole del hociquito, buscándole.
Sí, era un tanto peculiar mi D. Vivió doce años, y creo que el día que se murió fue la última vez que vi llorar a Mi Hermano el Gañán. Claro, el roce hace el cariño, y él tiene cicatrices que lo demuestran.

1 comentario:
Qué grande ese D. Se merece una sección para él solito. Queremos más!!
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