Tengo la mala suerte de vivir en el barrio donde se ubica el estadio de fútbol del equipo de mi ciudad. Hay que joderse.
Ayer unos chicos extranjeros, rubios, fuertes y con un alto nivel de alcohol en sangre destrozaron el bar de al lado del curro del Comandante (bueno, vale, sólo rompieron las puertas y alguna que otra cara; es que me emociono). Somos habituales del local, así que hoy, en lugar de bajar en la parada de autobús de casa he bajado en la siguiente, na' más que pa' oler.
A los dos minutos de llegar ya teníamos al camarero relatándonos los sucesos. El resumen es que salió del bar junto al dueño, un par de clientes y el cocinero y se liaron a hostias. Lo contaba y se le llenaba la boca, yo creo que ha engordado un par de kilos desde ayer (lo cual no le conviene en absoluto). El muchacho en cuestión es argentino, está cerca de los treinta y tiene a la Flamenca loquita. A mí personalmente, pues como que no.
Pero tengo que reconocer que mientras explicaba cómo había salvado a un niño de ser aplastado por la máquina de tabaco me ha puesto un poquito. Y cuando me ha enseñado la hinchazón de su mano, un poquito más. Y es que la testosterona se olía.
8.3.06
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7 comentarios:
Hola cheve. Sí, es mona, ¿verdad?
Si es que razonar es una tontería.
A ver quién discute el poder de una magulladura.
Nadie puede, nadie. Y el que lo haga es tontuno.
Por cierto, que estoy pensando que hay quien diría que mi post en el día de la mujer me ha quedado un poco machista. Bueno, el que lo piense, tontuno también.
Pa tontuno, lo del día de la mujer trabajadora. Viva el día de la mujer que vive de rentas, ésas sí son listas.
¡Viva!
Digo yo que ahora pretenden que nos alegremos de tener que trabajar. El día de la mujer trabajadora es una actualización pobre, cutre y engañosa de aquello de "el trabajo dignifica", que a ver quién se lo cree a estas alturas.
mmmm
es q yo creo q lo q le falta a barcelona soy yo!!!
besitos!
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