Pero bueno, nada, ¿tú de dónde sales? Sí, menos a mi jeffrey, que tiene la misma cara seco, mojado o centrifugado... Ahora, eso sí, aguanta el chorro del grifo con los ojos abiertos que da angustia de verlo.
mmm... no se nos va a todos el valor por el desagüe? y la dignidad, y las intenciones de darle cargarnos las cuadrículas de nuestra miserable vida, que urdimos de noche entre sábanas y babas.
Nos lavamos la cara, el agua arrastra trozos de piel, pelos, fragmentos de nosotros, se van por el desagüe, nos secamos, peinamos... una vez convertidos de nuevo en lo que no somos aun tenemos que aguantar que alguien nos diga... "pero qué mono!!". Si le entiendo perfectamente, ya se porqué no quiere cerrar los ojos.
Ains.... Yo no tengo hijos, sólo chuchos, pero os aseguro que en estos momentos debo de haber aumentado por lo menos un par de tallas de sujetador, tan henchido de orgullo está mi pecho... Sí, es rico, lo es. Gracias. balcius: el que no cierra los ojillos es el otro, jeffrey. Acho los tiene demasiado saltones para no cerrarlos, el pobre. Mmmm, y sí, un poco a mí también se me va, es cierto. Supongo que cuando pesas cuatro kilos es más evidente... pero sí.
Qué rico! A la mía le pasa lo mismo, se queda hecha una ratilla en la bañera y luego acaba pareciendo la Pantera Rosa cuando sale de la secadora! (la Pantera, no mi perra!!).
11 comentarios:
Ay, qué mono!
Pobre, a todos se les pone esa cara y parecen buenas personas.
¿No será irónico ese comentario?
Pero bueno, nada, ¿tú de dónde sales?
Sí, menos a mi jeffrey, que tiene la misma cara seco, mojado o centrifugado... Ahora, eso sí, aguanta el chorro del grifo con los ojos abiertos que da angustia de verlo.
Lo de aguantar el chorro con los ojos abiertos me suena, yo creo que es una estrategia pasivo-agresiva.
Y con ese kiriki en la cabeza... Que cositaaaaa!
pero qué mono es!!!
qué bonito!!!
besitos!
mmm... no se nos va a todos el valor por el desagüe? y la dignidad, y las intenciones de darle cargarnos las cuadrículas de nuestra miserable vida, que urdimos de noche entre sábanas y babas.
Nos lavamos la cara, el agua arrastra trozos de piel, pelos, fragmentos de nosotros, se van por el desagüe, nos secamos, peinamos... una vez convertidos de nuevo en lo que no somos aun tenemos que aguantar que alguien nos diga... "pero qué mono!!". Si le entiendo perfectamente, ya se porqué no quiere cerrar los ojos.
Ains.... Yo no tengo hijos, sólo chuchos, pero os aseguro que en estos momentos debo de haber aumentado por lo menos un par de tallas de sujetador, tan henchido de orgullo está mi pecho... Sí, es rico, lo es. Gracias.
balcius: el que no cierra los ojillos es el otro, jeffrey. Acho los tiene demasiado saltones para no cerrarlos, el pobre. Mmmm, y sí, un poco a mí también se me va, es cierto. Supongo que cuando pesas cuatro kilos es más evidente... pero sí.
Qué rico! A la mía le pasa lo mismo, se queda hecha una ratilla en la bañera y luego acaba pareciendo la Pantera Rosa cuando sale de la secadora! (la Pantera, no mi perra!!).
Hola ded. Wellcome.
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