Llorar de risa

El Gañán y El Rasta están jugando al true crime nyc, que va de un negro pandillero, con sus trenzas y su pinta de negro pandillero, que decide meterse a agente secreto para vengar la muerte de su padre, o algo así. No sé, yo tampoco lo acabo de entender. Es como un gta, pero sin argumento. Aquí también tu objetivo es dominar la ciudad, pero en gta la historia estaba mucho más currada. Yo de estos videojuegos soy una simple espectadora. Además aquí ni tan sólo puedo colaborar, porque lo único que hay que hacer es robar coches, dirigirte allí donde te dicen por radio (a poner paz en una pelea de vagabundos, a abatir a un loco pirómano, a darles una reprimenda a un grupo de rock que está destrozando un hotel... En fin, lo normal) y claro, cargarte todo lo que se te ponga a tiro por el camino. O así es como juegan aquí. Yo no me relaciono con mucha gente, la verdad, así que supongo que tampoco tengo mucho con qué comparar, pero nunca he visto a nadie reírse como se ríe el Gañán cuando se pega una hostia con el coche. Es que se mea. Y además tiene una risa muy contagiosa, el cabrón. Total, que nos meamos todos.
Para jugar tú puedes elegir entre ser un poli bueno o uno corrupto. Y claro, eso es un dilema, porque ser bueno es un coñazo, no puedes atropellar a gente, no puedes colocarles a los transeúntes pruebas falsas, ni puedes vender drogas... Vamos, un rollo. Pero claro, si limpias la ciudad vas ascendiendo y cada vez ganas más pasta, y así puedes comprar estilos de lucha, estilos de conducción, estilos de música (en la b.s.o. está interpol). Estilos, en definitiva. Este par lo que hacen es ir rozando el límite. O sea que ellos van haciendo el bien por ahí y tal; que si ahora nos cargamos a un secuestrador en una oficina, que si después desactivamos una bomba en una oficina, pues ahora, ¡detengamos al mamón que está intentando robar en la oficina! (oficina: léase oficina, habitación de hotel ruinoso, garaje... ah, y farmacia. Igual hay algún escenario más pero ahora mismo no me acuerdo.) Pero si en el camino chocan frontalmente con otro vehículo y el conductor sale disparado y, por un fallo del juego, se queda el cadáver colgando de un árbol, señores, lloran de risa, es que lloran. Lloramos.