14.2.06
La fantástica levedad del ser
Dice Huxley (jejejeje... ahora me toca a mí) que son los detalles los que dan la felicidad a las personas, y las generalidades la infelicidad. Y es verdad (anda, que yo también, cuidado con la filósofa...); en mí hay un claro ejemplo. Llevo dos días levantándome de buen humor, lo cual os aseguro que es remarcable, sólo porque he ido teniendo para estrenar algún trapillo de los que me compré en Amsterdam. Fíjate tú. Me das un vestido de 29'95 y se me olvidan todas las penas. ¿No es fantástico ser tan simple?
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4 comentarios:
Más razón que los que tienen razón, tenéis Huxley, y tú su profeta.
Yo voy más allá y subo la simpleza a camiseta de 12 euros. Y lo bien que se vive...
¿Y si te digo que soy de lo más feliz porque vengo de comprar en el Area Guissona un poquito queso, un poquito salmón y un poquito pasta fresca por un precio de ná, de chispita?
Digo: ¿no es fantástico ser tan simple?
Ay, sí... Qué bien.
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