Hay que ver qué bonito es Amsterdam y qué avanzaos que están los holandeses. Este fin de semana nos hemos ido para allá La Flamenca, El Comandante, Mi Grano (como veis le doy el trato que se merece en la trama) y una humilde servidora. Y qué bien nos lo hemos pasado, oye. Nada más llegar empezamos corriendo corriendo la ruta de museos que nos habíamos marcado, para luego no tener remordimientos de ésos que tenemos los mediocres cuando vamos de visita al extranjero con la gallina debajo del brazo... Con La Flamenca transpirando conformismo por todos los poros de su piel (y eso que visitamos algún que otro coffee shop por el camino) a las 19'00 estábamos libres para fumar como posesos cigarritos condimentados, que es para lo que los cuatro realmente estábamos allí, no vayamos a ir ahora de lo que no somos. Bueno, y, lo reconozco, lo asumo, para visitar uno de los H&M (creo en H&M todopoderoso, creador de trapos y bolsos...) de la ciudad y comprarnos unas cosas muy muy bonitas.
¡Qué felices serían mis perros en Amsterdam! Tú lleva a tu perro en mi ciudad a un pipí can. Tú llévalo y verás cómo se le llena el cuerpo de costras en menos que canta un gallo. Si es que tendrían que estar prohibidos,joder, eso es insalubre completamente. Que con el espacio que les quede cuando tiren los próximos tres o cuatro edificios antiguos de mi barrio me pongan un pipí can como el que hay delante del museo Van Gogh, y verán cómo los llevo. Qué lustre, qué alegría. Si es que los holandeses son estupendos. Y encima están buenísimos/as.
Esta tarde he estado viendo las pocas, poquitas fotos que hicimos. Es que hacía muchísimo frío; el domingo estuvo todo el día nevando. Y he llegado a una conclusión. Si yo viviera allí no me comería un colín. Es imposible estar mínimamente mona en Amsterdam, para mí, vamos. Bueno, qué coño, para los tres (Mi Grano tiene un saber estar que es que da igual donde lo plantes, te luce lo mismo). Pero es que lo mío es escandaloso. Lagrimones como puños me caían esta tarde viéndome, y es que vaya tela. Entre la nariz roja por el frío, el pelo crespado por la humedad y la cara de empanada no había por donde agarrarme. Menos mal que El Comandante a estas alturas está ya curado de espantos.
13.2.06
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4 comentarios:
Superfan de Amsterdam. Ke ciudad tan chula, ke ambiente tan genial y como me gusta Holanda y los coffeshops.
Ke sepas ke yo en ocho días no tuve tiempo de casi na, así ke seguro ke te has perdido mucho; chincha y rabia.
Bueno, así tengo una excusa para volver, otra vez... Qué alegría los vuelos baratos, oiga.
Y el tonito ése se lo ahorra. Gracias.
Como no puedo ni añadir,ni pinchar, ni cortar, ni chinchar, porque no he estado en A. dejo constancia de que a mí la crónica me ha parecido nada gallinil. No como otras, que son tan pesadas como ir a una casa y que te obliguen a ver fotos. Arf.
He de decir que acabo de llegar a este blog (saltando de blog en blog) y que por ahora lo que he leído me ha gustado así que aviso de que pienso volver.
Y lo de las fotos en las casas cuando vas de visita puede ser muy pesado pero otras... jiejiejiejie puede dar para puteos infinitos
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