31.1.06
Traumas
Ayer noche, en uno de los bloques de publicidad de Eva Hache, sufrí un dejà vu que me puso los pelos como escarpias. Todos tenemos (vamos, digo yo, al menos es mi caso) traumas de infancia, y la mayoría de ellos están ahí, latentes, esperando los muy cabrones que la vida te vuelva a enfrentar a ellos. Eso fue exactamente lo que me pasó a mí ayer. Y todo por culpa de Calgón. Sí, el que prolonga la vida de tu lavadora, el mismito. Y es que hacía mucho que no veía un anuncio Calgón, como sólo miro la tele por cable... Desde que tengo memoria, siempre han sido iguales: un técnico va a casa de la señora a mirarle el aparato y le saca, medio indignado ante semejante irresponsabilidad, un trozo de metal de la parte trasera de la máquina (perdón por mi ignorancia en cuanto a lampistería se refiere) completamente impregnado de cal. Y tras la moraleja, la espeluznante imagen: una lavadora, cuya dueña no mimó como debía, es cruelmente defenestrada. Recuerdo especialmente una versión de hace años en que la pobre infeliz caía desde una altura considerable, despedazándose. A mí esto, cuando era pequeña, me marcó. Siempre que veía a mi madre poner ropa a lavar le preguntaba si ya le había puesto el Calgón. Y esto era por dos motivos. En primer lugar, porque me daba pánico pensar que el señor técnico vendría y tomaría represalias (es que a mí de pequeña me daba miedo la gente; bueno, era más bien una mezcla entre miedo y asco, pero ése es otro tema). Pero lo peor de todo era la tendencia al animismo que despertaba en mí. Yo miraba sus botoncillos y le acariciaba la puertecita del tambor, intentando convencerla de que no se preocupara, que había caído en buenas manos; que nosotros nunca la arrojaríamos desde una grúa de 10 metros, que siempre estaría con nosotros... Es curioso, no recuerdo mi reacción cuando, inevitablemente, tuvimos que cambiar de lavadora. Supongo que ya se me debía haber pasado. Y ahora, otra vez, vuelta a las mismas. No podré seguir usando el antical del Consumer, no me parece lo suficientemente bueno para ella. Ella se merece lo mejor.
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